No resistí la tentación de mostrarles estas imágenes tomadas en la ruta Ocho, camino a Minas, un día de setiembre de este año. Es una escena que se puede observar en cualquier lugar del Uruguay : gente de a caballo arreando una tropa, en este caso de ovejas y vacas mezclados.
Antiguamente el oficio de TROPERO era eso, un oficio. Tarea sacrificada y difícil; porque se arreaban tropas durante muchos días, con cualquier tiempo, atravesando obstáculos naturales, para llevar el ganado a lo que se denominaba "La Tablada", en Montevideo, y de allí se vendía para faenar, exportar, etc. En esa época los troperos llevaban un pequeño campamento a cuestas, porque muchas veces hacían mediodía o pernoctaban en pleno campo, a la intemperie. También llevaban caballos de recambio por supuesto.
Primero el ferrocarril y después los camiones fueron achicando las distancias a recorrer por los troperos, hasta hacer desaparecer el oficio como tal.
Pero igualmente sigue haciéndose este trabajo de arreo de animales de un lugar a otro; ya sea a otro campo, a una feria de las tantas que se realizan en distintos lugares para vender y comprar animales. O a un embarcadero desde donde los camiones llevan animales a los frigoríficos.
Es posible que alguno de estos troperos modernos tenga una radio portátil, o un MP4, seguramente teléfono celular también. La vestimenta sin duda ha cambiado.Pero siguen siendo HOMBRES DE CAMPO, que mantienen algunas costumbres básicas, propias de un modo de trabajo y de vida.
Un pequeño homenaje al oficio de tropero. Mi padre lo era.
Fotos _ Arinda González Bo_setiembre/2009.
(Las imágenes se pueden agrandar con un click sobre ellas)
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