Hace hoy 81 años, en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, Juana de Ibarborou fue proclamada “Juana de América”; en un acto multitudinario en que tuvieron participación protagónica el escritor mejicano Alfonso Reyes y el poeta uruguayo Juan Zorrilla de San Martín.
Este acontecimiento, singular en la historia de la literatura en nuestro país, tuvo como protagonista a una joven poeta uruguaya que en ese momento contaba con 37 años. Había nacido en Melo, el 8 de marzo de 1892, con el nombre de Juana Fernández Morales.
El acto se realizó el sábado 10 de agosto de 1929; A la ceremonia asistió, además de importantes personalidades de la cultura y la política de la época, un nutrido público.
El Comité de Homenaje estuvo conformado por el Dr. Juan Zorrilla de San Martín, Dr.Carlos Vaz Ferreira, Dr. Carlos Reyles, Dr. Emilio Frugoni, Dr. José Pedro Segundo, Dr. Emilio Oribe, Dr. Dardo Regules, Dr. Santín C. Rossi y Eduardo Ferreira.
El evento contó no solo con la adhesión de intelectuales y políticos de muy diversas tiendas ideológicas e intelectuales, sino también del público -se estimó en 2.000 personas la concurrencia al Salón de los Pasos Perdidos. Todo este marco da cuenta del consenso y la adhesión que sucitaba la figura de Juana de Ibarbourou entre sus contemporáneos. El nombre “Juana de América” había sido propuesto por el escritor peruano José Santos Chocano en 1924.
El poeta Alberto Clulow abrió el acto y posteriormente hizo uso de la palabra el embajador de México en Argentina, el poeta Alfonso Reyes.
Este acontecimiento, singular en la historia de la literatura en nuestro país, tuvo como protagonista a una joven poeta uruguaya que en ese momento contaba con 37 años. Había nacido en Melo, el 8 de marzo de 1892, con el nombre de Juana Fernández Morales.
El acto se realizó el sábado 10 de agosto de 1929; A la ceremonia asistió, además de importantes personalidades de la cultura y la política de la época, un nutrido público.
El Comité de Homenaje estuvo conformado por el Dr. Juan Zorrilla de San Martín, Dr.Carlos Vaz Ferreira, Dr. Carlos Reyles, Dr. Emilio Frugoni, Dr. José Pedro Segundo, Dr. Emilio Oribe, Dr. Dardo Regules, Dr. Santín C. Rossi y Eduardo Ferreira.
El evento contó no solo con la adhesión de intelectuales y políticos de muy diversas tiendas ideológicas e intelectuales, sino también del público -se estimó en 2.000 personas la concurrencia al Salón de los Pasos Perdidos. Todo este marco da cuenta del consenso y la adhesión que sucitaba la figura de Juana de Ibarbourou entre sus contemporáneos. El nombre “Juana de América” había sido propuesto por el escritor peruano José Santos Chocano en 1924.
El poeta Alberto Clulow abrió el acto y posteriormente hizo uso de la palabra el embajador de México en Argentina, el poeta Alfonso Reyes.
Juana contó en una entrevista, muchos años después :
“El día que recibí el título de Juana de América estaban Juan Zorrilla de San Martín, Alfonso Reyes y otros grandes de la literatura. ¡Había tanta gente en el Palacio Legislativo!
¿Conoce el episodio de los cuatro soldados? Me los pusieron alrededor mío formando una guardia de honor. Tenía un ramo de violetas en la mano y cuando el acto terminó, los soldados de la guardia me pidieron que les diera algunas flores de recuerdo. Años después, un muchacho golpeó en la puerta de mi casa. Era uno de aquellos soldados. Traía las violetas en una caja, como un tesoro; se iba a casar y quería regalárselas a su novia.
Para su regalo de bodas necesitaba una tarjetita de mi puño y letra, que acreditara que aquéllas eran mis violetas. Se la di. Qué recuerdo tan tierno me dejó ese episodio”.
¿Conoce el episodio de los cuatro soldados? Me los pusieron alrededor mío formando una guardia de honor. Tenía un ramo de violetas en la mano y cuando el acto terminó, los soldados de la guardia me pidieron que les diera algunas flores de recuerdo. Años después, un muchacho golpeó en la puerta de mi casa. Era uno de aquellos soldados. Traía las violetas en una caja, como un tesoro; se iba a casar y quería regalárselas a su novia.
Para su regalo de bodas necesitaba una tarjetita de mi puño y letra, que acreditara que aquéllas eran mis violetas. Se la di. Qué recuerdo tan tierno me dejó ese episodio”.
De esta manera, cerraba la década del '20, con uno de los más destacados sucesos de la historia de la literatura uruguaya. Mientras esto sucedía en nuestro país, en el mundo se gestaba la gran depresión de 1929; el dirigible Zepellin recorría Europa y la selección uruguaya de fútbol se aprestaba a disputar el primer campeonato mundial, un año más tarde.
Poema en audio: El vendedor de naranjas de Juana de Ibarbourou por Iris Marga (hacer click para oir el poema y ver la letra del mismo)
Poema en audio: El vendedor de naranjas de Juana de Ibarbourou por Iris Marga (hacer click para oir el poema y ver la letra del mismo)
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