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2.5.09

Casa de IDEA VILARIÑO


(las fotografías del slide son de A.G.B. y W.M./ mayo-2009)
(Las imágenes se pueden detener posando la flecha del mouse sobre ellas)
(cuando aparece el cartel "agregue su revisión", para sacarlo hacer
click abajo, a la derecha)

"La casa de Doña Idea era aquélla" me dijo un hombre joven,
señalando desde su patio
lo que vendría a ser el fondo de la casa de Idea Vilariño,
casa que yo trataba de ubicar a partir de datos muy vagos.

Concretar algo más al respecto me alegró mucho. Hacía tiempo que rastreaba el lugar sin encontrar una persona
que me dijera: "Sí, ésa es la casa que busca".

Él continuó:"Cuando yo era chico iba a veces a la casa de
ella, lo que más me impresionaba era que aquella señora había escrito un libro que mis padres tenían en casa, era Pobre Mundo, recuerdo".

Este hombre no tendrá más de 35 años, o sea que conoció a la poeta cuando ella estaba posiblemente en sus sesenta, ya que había nacido
en 1920. De ahí lo del término respetuoso de "Doña Idea".

Por su parte la poetisa ha contado, en entrevistas, que su casa estaba sobre un médano y que la rambla no se había construido aún. Este vecino me acotó que ella ingresaba al predio por un senderito que iba desde la calle lateral. Sendero que fue obstruido al construirse otra casa al lado de la de Idea.
Podemos ver en las fotos que desde que la habitante de la casa se asomaba al exterior, desde donde fuera, se veía ese mar, (el Río de la Plata en realidad) "ora risueño, ora furioso", como cuenta ella.
Una ubicación ideal de la vivienda y un entorno de paz y soledad que debió ser mucho mayor aún en esa época,
allá por los años sesenta.

La casa de Alfredo Zitarrosa quedaba a unas seis o siete cuadras de
allí, también en Las Toscas.

Ella cuenta que un día éste se le apareció en su casa, sin
que ambos se conocieran, solicitándole un poema para ponerle música. Así nació la canción que los unió, en la creación y en el cariño de la gente. ............(texto_Wilson Mesa).


"La canción y el poema"

Hoy que el tiempo ya pasó
Hoy que ya pasó la vida
Hoy que me río si pienso,
hoy que olvidé aquellos días
no sé por qué me despierto
algunas noches vacías
oyendo una voz que canta
y que tal vez es la mía.

Quisiera morir
ahora
de amor
para que supieras
cómo y cuánto te quería
Quisiera morir
quisiera
de amor
para que supieras.

Algunas noches de paz
Si es que las hay todavía
Pasando como sin mí
Por esas calles vacías
entre la sombra acechante
y un triste olor de glicinas
escucho una voz que canta
y que tal vez es la mía.

Quisiera morir...(estribillo)

Letra_Idea Vilariño / música_ Alfredo Zitarrosa
(Artículo publicado en Semanario "Minuano",en el mensuario "El Heraldo"
de Salinas y en el Semanario "Gaceta" de Atlántida).

3 comentarios:

El Santi dijo...

en esa casa jugaban mis hijas hace como 30 años, cuando eran pequeñas y todavía no existía la rambla y sólo había árboles desde el fondo de la casa hasta el mar.
Idea les escribía poemas premeditadamente cursis a esas niñas inquietas que de pronto veía como las nietas que no tuvo

w.m. dijo...

Lástima que recién veo tu comentario hoy. Me gustaría mucho que me contases cosas de Idea,cosas vividas allí,o que tus hijas contaran.Lo cotidiano de las grandes figuras me interesa mucho,porque las hace humanas,cercanas y más queribles.Gracias por tu visita!!!

Unknown dijo...

Hola Wilson:
Yo soy el otro yo de Polifemo.
Mejor dicho, el otro blog.

Te cuento que esa casa de la foto no fue la primera casa de Idea en las Toscas. Fue la segunda. La primera era totalmente negra, por dentro y por fuera. Algunos le decían a Idea "La loca de la casa negra"
Años después, cuando ella empezó a vivir con Jorge Liberati, varios años menor, éste la fue convenciendo de vender la casa negra y construir esa otra de la foto, más luminosa, con un jardín interior. Idea sólo quería vivir allí.
La hija de mi mujer tenía unos 12 años y mi hija 6 cuando visitábamos a Idea en Las Toscas.
Entre la casa y el mar, donde hoy está la rambla, había un monte cerrado, típico de playa de río, lleno de senderitos que las niñas recorrían fascinadas.
Idea fue muy feliz con Jorge, a su manera, y desde que estaba con él prácticamente no escribió poesía.
Es que ella solamente podia poetizar desde la depresión.
Idea fue la persona más honesta, sincera e íntegra que conocí.
En la vida diaria era de una sencillez enorme y hablaba de temas tan cotidianos como arreglarse un vestido o como hacer perfumes con flores de lavanda y alcohol. Nadie que no lo supiera, podía imaginarse la sabiduría estética y literaria que poseía, de la que nunca hacía ostentación.
Lloré mucho su muerte y me lamenté mucho de haber dejado de verla y de nunca haberle mostrado mis poemas, es que me daba vergüenza...
Un abrazo