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29.4.11

_ ¿SE ACUERDAN DE....? _ AVA GARDNER _



En este ciclo de posts "¿Se acuerdan de...?", van a ir apareciendo actrices y actores de cine del pasado (muchos ya fallecidos); que incluso no son conocidos por las nuevas generaciones, pero forman parte de la mejor historia de la cinematografía mundial. Aquellos visitantes del Blog que, como yo, tengan más de cincuenta o sesenta años de edad, sin duda revivirán buenos momentos al ver las imágenes y tener una mínima información biográfica de cada uno de esos personajes del cine. Para los jóvenes puede ser una oportunidad de conocer a las "estrellas" de ayer. Recordemos que no había internet y la televisión era casi desconocida por estos lares. Sólo llegaban las películas y algunas revistas que casi nadie podía comprar.

AVA GARDNER

Ava Lavinia Gardner nació el 24 de diciembre de 1922, en Brogden, una pequeña comunidad agrícola de Carolina del Norte. Creció en el ambiente rústico del campo, en el seno de una familia de cultivadores de tabaco y algodón, junto con sus seis hermanos, de los cuales ella era la menor.
Su madre, Molly, era una mujer bautista de orígenes irlando-escoceses y su padre, Jonas Bailey Gardner, era un hombre católico de ascendencia irlandesa e indoamericana (Tuscarora). Cuando los hermanos aún eran pequeños, la familia Gardner perdió la propiedad que tenía en Brogden.
Jonas Gardner se vio obligado a trabajar en un aserradero y Molly, como cocinera y ama de llaves en el colegio mayor de Brogden.

Ava tendría su primer contacto con la actuación en 1929, cuando participó en la obra “A Rose Dream”, la cual fue presentada en la escuela de Brogden. Durante su adolescencia, Gardner y su familia vivirían un tiempo en un pequeño pueblo del estado de Virginia, para luego retornar a Carolina del Norte. Lamentablemente, en 1935 su padre falleció a causa de una bronquitis, cuando Ava tenía 13 años.
Jamás se recuperó de su pérdida; la relación con su madre no era buena, pues siempre discutían ya que no la dejaba ni salir con chicos, ni ir al cine, algo que ella no entendía.
Así fue forjando un carácter rebelde. Un día, a escondidas, pudo escaparse y ver su primera película que fue “Tierra de Pasión”, con Clark Gable y Jean Harlow.





Durante su infancia y parte de su adolescencia, Ava se caracterizaría por ser poco femenina, algo que se reflejaba en lo mucho que le gustaba andar descalza jugando en los campos con el resto de los niños. En general no tuvo una infancia demasiado feliz, ya que sumado a los problemas económicos que debió enfrentar su familia, tuvo que lidiar con las bromas de sus compañeros de colegio quienes su burlaban del mal estado de su ropa.
Desde que era una adolescente, soñaba con ser una estrella de cine. Sin embargo, tras terminar el colegio optó por tomar unas clases para convertirse en secretaria.
Con 18 años, Ava se había convertido en una bella joven de ojos verdes y melena color castaño.
Su espectacular belleza se manifestaba cada vez más a medida que se iba haciendo mujer, y fue en 1941, al ir a visitar a su hermana Beatrice, en Nueva York, cuando el marido de ésta Larry Tarr, que era fotógrafo profesional, le tomó varias fotos que después colocó en el escaparate de su estudio fotográfico de la Quinta Avenida.




Una de las fotos que Tarr había tomado llamó la atención de Bernard “Barney” Duhan, quien trabajaba como busca talentos para la MGM. Luego de que su hermana realizara algunas gestiones, a Ava se le dio la oportunidad de realizar una prueba de cámara para el jefe del estudio, Louis B. Mayer, quien tras verla supuestamente comentó: “Ella no sabe actuar. Ella no sabe hablar. Pero es estupenda. Contrátenla”.
La MGM contrató a la actriz, por un periodo de siete años. Pese a su limitada habilidad actoral, era innegable que la cámara la adoraba y que su belleza lograba captar la atención de todos aquellos que la rodeaban.

Como su acento sureño era llamativo, el estudio decidió que Gardner necesitaría a un entrenador vocal para atenuarlo. Al poco tiempo después, Ava comenzaría a aparecer en una variedad de cintas, en su gran mayoría de clase B, como “Fancy Answers” (1941).

Fue en el año 1942 cuando comenzó a intervenir como protagonista en películas y en los siguientes años actuó en numerosas producciones de modesto presupuesto como “La casa encantada” (1943), una comedia de terror que pertenece a la etapa de decadencia del gran Béla Lugosi, o “Tres hombres de blanco” de 1944, una comedia-drama de médicos en la que intervenían también Van Johnson y Lionel Barrymore.

En 1941, la mayor estrella del estudio, Mickey Rooney, cayó rendido ante la belleza de la actriz. Pese a que la pareja se veía algo ridícula (Gardner era mucho más alta que Rooney), el actor no dio un paso atrás en su intento de seducir y posteriormente contraer matrimonio con la joven debutante.
Si bien Ava no estaba enamorada de Rooney, se sintió tan halagada por la propuesta de matrimonio del actor que la pareja terminó contrayendo nupcias el 10 de enero de 1942, pese a la desaprobación de Louis B. Mayer.
Una vez que la supuestamente feliz pareja apareció en la portada de la revista Photoplay, Rooney continuó viviendo como si fuese soltero, asistiendo a fiestas constantemente mientras que Gardner de tan sólo 19 años, lloraba desconsolada en la soledad de su hogar. La pareja se divorciaría 17 meses después. El divorcio fue amistoso y ella, pudiendo haber pedido la mitad de los bienes de Mickey, se conformó con 25.000 dólares, un coche, y todos los regalos que él le dio durante su relación.



(Ava con Mickey Rooney)

Además de la tortuosa relación que mantuvo con Rooney, Ava también se involucraría durante un tiempo con el millonario Howard Hughes, con quien protagonizaría una famosa pelea que terminaría con Hughes inconsciente luego de que la actriz lo golpeara con un pesado candelabro. Pese a este episodio, los dos mantuvieron una relación de amistad por el resto de su vida.

Gardner concentró sus esfuerzos en hacer una carrera lejos de la sombra de Rooney. Fue así que comenzó a tomar pequeños roles en cintas mediocres como “Maisie Goes to Reno” (1944) y “She Went to the Races” (1945).

La MGM le asignaría su primer rol protagónico en el film “Whistle Stop” (1946), pero lamentablemente no lograría impresionar demasiado a los espectadores.

En 1945, Gardner contraería nuevamente matrimonio, esta vez con el músico Artie Shaw, el legendario “Rey del Swing”. La actriz fue la sexta esposa del músico. El matrimonio duró exactamente un año, en gran medida debido a que Shaw criticaba constantemente la falta de educación de Gardner. Él insistía en que la actriz leyera libros de su elección, que visitara a un psicoanalista, y era común que la insultara en público.

Tras el divorcio en 1946, Gardner comenzaría a beber alcohol de manera frecuente. Sin embargo, ese mismo año la actriz participaría en un proyecto que le permitiría abandonar los films mediocres en favor de producciones que la terminarían guiando al estrellato.



(Ava con Artie Shaw)

La MGM decidió enviar a préstamo a la actriz al Estudio Universal, para que protagonizara junto a Burt Lancaster la película “Los asesinos” (1946), la cual era una adaptación de una novela de Ernest Hemingway. Ésta película batió records de taquilla con casi 3.ooo.ooo. de dólares de recaudación, obteniendo muy buenas críticas, que elogiaban las interpretaciones de los casi desconocidos protagonistas, Gardner y Lancaster.

Ava regresó a la Metro, pues esta película la rodó con Universal, con el premio Look bajo el brazo como la debutante más prometedora.
Después interpretó con Clark Gable el film “The Hucksters” en 1947; al año siguiente “Venus era mujer” (1948); y “Soborno” (1949), un thriller dramático donde actúa maravillosamente junto a Robert Taylor, según la leyenda otra de sus conquistas amorosas.





A partir de aquí, comienza su reinado como estrella encadenando producciones para los grandes estudios, y realizando memorables interpretaciones.
Sobresale “El gran pecador” con Gregory Peck y Ethel Barrymore
También “Mundos opuestos” (1949), donde la actriz encaja perfectamente en pantalla junto a los siempre magníficos James Mason, Barbara Stanwyck y Van Heflin).
Filmó “Estrella del destino”, con Clark Gable en 1951.
También "Magnolia", 1951, película de George Sidney.





Si bien Ava había dicho no querer ser un sex-symbol, sino una actriz, será a partir de esas películas que se fue moldeando su personaje y personalidad, deviniendo en uno de los máximos objetos sexuales del cine americano de los años cuarenta y cincuenta.

A principios de los cincuenta, su vida amorosa nuevamente captaría la atención de la prensa y el público en general. Gardner había encontrado al amor de su vida en el cantante y actor Frank Sinatra, quien cuando conoció a la actriz, estaba en el punto más bajo de su carrera.
La noche en que la pareja se conoció sería tan alocada y problemática como la relación en sí. Tras una noche de juerga y alcohol, la pareja no encontró nada mejor que comenzar a disparar una pistola en plena vía pública, lo que terminó con ambos tras las rejas. Tras la intervención de un publicista, ambos fueron liberados y se borraron todas las pruebas del bochornoso acontecimiento. Sin embargo, este sería el menor de los problemas que tendría que enfrentar la pareja.

En ese entonces, Sinatra aún estaba casado con su esposa Nancy con quien tenía dos hijos.





Además, el cantante tendría que enfrentarse a algunos competidores eventuales. En mayo de 1950, Sinatra viajó a España donde Gardner se encontraba filmando la cinta “Pandora y el holandés errante” (1951), junto a James Mason. Al llegar se encontró con que la actriz estaba siendo cortejada por Mario Cabré, un actor y torero que interpreta un papel en el film. Preocupado por la situación, Sinatra le regaló a Gardner un collar de esmeraldas avaluado en $10.000 dólares, el cual supuestamente inclinó la balanza a su favor.
Es en esta etapa de su vida cuando ella comienza a interesarse por España, país donde pasa largas temporadas y finalmente se radica durante diez años.

Mientras todo esto sucedía, Gardner fue tildada como una rompehogares por la prensa, al mismo tiempo que la imagen de Sinatra se vio gravemente afectada. Pese a que el escándalo dificultó la relación, luego de que Sinatra se divorció, en 1951, este pudo contraer matrimonio con Gardner en noviembre de ese mismo año.



(la boda con Frank Sinatra)

Aprovechando que su carrera estaba en su punto más alto, Gardner consiguió un rol en la cinta “De aquí a la eternidad” (1953) y pidió que su esposo desempeñara el rol del problemático soldado Maggio, por el cual Sinatra ganaría el Oscar al mejor actor de reparto, lo que ayudaría a consolidar su carrera en Hollywood.





Decir que la pareja Sinatra-Gardner tenía una relación tempestuosa es poco decir. Él era un hombre extremadamente celoso, lo que combinado con la “dolce vita” de Gardner sentenció la relación al fracaso.
Llegado a un punto, Sinatra estaba tan obsesionado con su esposa y tan devastado por sus constantes peleas, que amenazó con quitarse la vida. Si bien no se puede asegurar que las amenazas de Sinatra fueran en serio, lo que sí es seguro es que el cantante estaba completamente atrapado por el influjo de la actriz. Pese a que la pareja se separó en 1957, ellos se mantuvieron como buenos amigos durante el resto de sus vidas.
Años después ambos reconocían que jamás volvieron a querer a nadie como se quisieron entre ellos.
Se cuenta también que hasta en sus últimos días, Ava escuchaba en su casa los discos de Frank.




Fue muy sonado el romance que Ava tuvo con Luis Miguel Dominguin, un famoso torero del que se aseguraba que estuvo profundamente enamorada.
Por estas fechas ella ya estaba casada con Frank Sinatra, pero Dominguín la hacía reir con sus divertidas ocurrencias, la llevaba a fiestas y saraos típicos, donde ella disfrutaba inmensamente.




(Ava con el torero Dominguín)

Más allá de su dramática vida, ella logró mantener una sólida carrera actoral al mismo tiempo que intentaba encontrar roles que le permitieran diluir su imagen de “femme fatale”.





Tras trabajar en “Las nieves del Kilimanjaro”, (1952), con Gregory Peck y Susan Hayward; después trabajaría junto a Clark Gable y Grace Kelly en “Mogambo” (1953).
Dicen los entendidos que Gardner opacó a Kelly en todas las escenas con sus inmejorables interpretaciones y también en belleza. Aunque ambas eran hermosas era muy difícil competir con “el animal más bello del mundo”.
El rol en esta película le valdría a Gardner una nominación al Oscar; pero al final lo ganó ese año Audrey Hepburn.

Filmó luego “Los caballeros del Rey Arturo” (1953).


(En "Mogambo" con Clark Gable)

Posteriormente trabajaría en “La condesa descalza” (1954) junto a Humphrey Bogart, donde interpretaría a una gitana que se las arregla para alcanzar el estrellato. Durante este periodo, ella además recibiría el beneplácito de la crítica por su actuación en los films “Cruce de destinos” (1956) de George Cukor y “Fiesta” (1957).

En 1958, Gardner dejaría la MGM para convertirse en una actriz independiente, llegando a ganar alrededor de $400.000 dólares por película, las cuales en su mayoría fueron filmadas en Europa.
Entre algunas de las mejores películas que protagonizó durante este periodo se encuentran: “La maja desnuda (1959); “La hora final” (1959) de Stanley Kramer, con Gregory Peck y Antony Perkins; “55 Días en Pekin” (1963), un drama donde compartiría roles con Charlton Heston y David Niven; los comentarios de la época dicen que Heston acabó harto de la actriz, a causa de que sus borracheras la impedían recordar sus diálogos y este hecho atrasaba una y otra vez el rodaje.



...............(en "La hora final", con Gregory Peck) .......................................... (en "55 Días en Pekín")

Los años 60 son algo más tranquilos profesionalmente hablando. Ava va “envejeciendo” (38 años) y cada vez le resulta más difícil encontrar papeles que se adaptasen a ésta circunstancia.
En 1960 actúa en “El ángel vestía de rojo” junto a su amigo Dirk Bogarde.
Después vino “Siete días de mayo” (1963), una película de trasfondo político que protagonizó junto a actores notables como Kirk Douglas y Burt Lancaster, obteniendo de nuevo críticas muy elogiosas. Es casi la mejor película norteamericana de la década y una de las mejores de su director, John Frankenheimer.

En 1964 protagoniza junto a Richard Burton y Deborah Kerr “La noche de la Iguana”, película dirigida por John Huston, adaptación de una historia de Tennesse Williams, en la que la actriz interpreta uno de los mejores papeles de su carrera.
Ella aparece más terrenal, pues el paso del tiempo, unido a una vida agitada, ya la muestran con alguna que otra arruga, que lejos de perjudicarla, la hacen más bella y humana.




(con Richard Burton en "La noche de la iguana") (Estreno de "La noche de la iguana en 1964)

Merecen recordarse también sus apariciones en películas que no tuvieron tanta fortuna comercial o artística: “La Biblia”, (1966), superproducción dirigida por John Huston, y “Mayerling” (1968), en la que trabajó con Omar Sharif y Catherine Deneuve.

En 1968, luego de someterse a una histerectomía que tenía como objetivo disipar el miedo que le provocaba el cáncer uterino, enfermedad que había acabado con la vida de su madre.
Gardner se cansó de Hollywood y decidió mudarse a España en 1969.
Ella se sentía atraída por la cultura del país, especialmente por las corridas de toros y la danza flamenca (de hecho es sabido que la actriz mantuvo una relación amorosa con el torero Luis Miguel Dominguín).






El país también se enamoró de la actriz. En el verano de 1998, se erigió una escultura de bronce en honor de la actriz en Tossa de Mar, donde la actriz filmó “Pandora and the Flying Dutchman”.
Luego de 10 años en España, Gardner se mudó a Londres donde ella pudo encontrar cierta paz. Su vida había sido una montaña rusa desde el momento que fue descubierta por la MGM, aunque de todas formas continuó actuando hasta que su salud se lo permitió.

A partir de 1969 Gardner se instaló en Londres, donde vivió parcialmente retirada. En este año actúa bajo las órdenes del actor/director Roddy McDowall en el filme “La balada de Tam Lin”, donde McDowall le rinde un homenaje a su belleza. Esta película fue reeditada y lanzada en 1972 bajo el título La viuda diabólica.

Dos películas de los años 70, El juez de la horca (1972) y Terremoto (1974) fueron grandes éxitos, películas dignas y bastante apreciables, con buenas interpretaciones de Ava.
También se destaca un entretenido thriller británico de 1975 donde la actriz compartía protagonismo con el inolvidable Dirk Bogarde y con Timothy Dalton: “El hombre que decidía la muerte”.
Por último, Gardner descollaba en la fantasía de estrepitoso fracaso comercial “El pájaro azul” (1976), junto a Elizabeth Taylor y Jane Fonda, primera coproducción en plena guerra fría entre EE.UU. y la ex Unión Soviética.


Posteriormente intervino en el filme de género catástrofe "El puente de Cassandra" (1977) junto a Sophia Loren, Burt Lancaster, Richard Harris, Martin Sheen y O.J. Simpson.
También intervino en la interesante película de terror “La centinela” (1977), en “Ciudad en llamas” (1979) y en un drama de intriga donde ya realizaba un papel muy secundario pero todavía jugoso: “El secuestro del presidente” (1980) con Hal Holbrook).
Actuó también en el filme biográfico del escritor D.H. Lawrence, “El Sacerdote del Amor“ (1981).


Su último trabajo para el cine fue en 1982 en “Regina”, junto a Anthony Quinn, rodada íntegramente en Cinecittá, donde componía a una “mamma” posesiva y tirana.
Esta película no fue estrenada comercialmente, y fue conocida a través del VHS.




(con Anthony Quinn en "Regina", 1982)

Intervino más tarde en varias producciones para la televisión, como “Harem”, junto a Omar Sharif, y “Knots Landing”.
También participaría en la serie “Anno Domini”, donde interpreta a Agripina, la inescrupulosa madre del emperador Nerón, y en una nueva versión de “El largo y cálido verano”, junto a Jason Robards, Don Johnson y Cybil Shepperd.

Su última labor actoral la realizó en el piloto de una serie televisiva junto a Stefanie Powers, titulada “Maggie”, que no llegó a estrenarse.

En gran medida, fueron sus malos hábitos los que provocaron que la actriz se viera bastante mayor de lo que en realidad era.
Debido a este hecho, la industria cinematográfica le dio la espalda, y solo obtuvo pequeños roles durante los setenta y ochenta.
Pese a la poca importancia de sus roles, Gardner logró captar la atención del público en filmes como “The Life and Times of Judge Roy Bean” (1972) y “Earthquake” (1974).





Una fumadora empedernida durante toda su vida, Gardner sufriría de enfisema pulmonar durante su vejez y además contraería una enfermedad autoinmune.
En 1986, ella sufriría dos apoplejías que la dejarían parcialmente paralizada y postrada en una cama. Durante este periodo, Gardner pensaría constantemente en suicidarse debido a que se sentía frustrada por su falta de independencia.
En 1990, la actriz publicó una autobiografía titulada “Ava, My Story”, antes de fallecer a causa de una neumonía el 25 de enero de ese mismo año.
Sinatra, quien había pagado todos los gastos médicos de la actriz mientras estuvo viva, también pagó su funeral pese a que en ese entonces estaba casado con Bárbara Sinatra. Era el último tributo del cantante a la mujer que había inspirado su canción “I Am a Fool to Want You”.


Ava Gardner apareció en más de 60 películas entre 1942 y 1982. En junio de 1999, el American Film Institute la incluyó en la lista de las más grandes estrellas de Hollywood.
Como muchas estrellas del Hollywood clásico, Gardner tuvo una vida personal tumultuosa y un difícil comienzo de carrera. Pese a eso, logró situarse como una de las grandes estrellas de la época deslumbrando a los espectadores con su particular belleza y su calidad como actriz.



"Dicen los que tuvieron la suerte de conocerla, que Ava tenía una belleza sobrecogedora de tan perfecta; miraban deleitados un rostro, que parecía no ser de este mundo de tan hermoso que era.
Era una mujer alta, imponente.
El apodo que le asignaron en su época dorada de Hollywood fue “El animal más bello del mundo”.
El público intentaba comparar su hermosura con otras muchas de su época, que también lo fueron; en casi todas estas comparaciones ganó sin duda Ava Gardner.
Ella, consciente de la admiración que despertaba, supo aprovechar su deslumbrante físico para convertirse en una estrella; en un ser inalcanzable para el resto de los mortales…. Todo era apariencia, Ava era un ser más mundano que cualquiera, se bebía a tragos gigantescos la vida, era nocturna, juerguista, exprimía los días y las noches hasta situaciones insostenibles.
Tuvo numerosos amantes que la acompañaban en sus correrías nocturnas… en sus días de vino y rosas.

Entre un matrimonio y otro, Ava tuvo varias relaciones sentimentales. Entre ellas, el magnate Howard Hughes (negado por Ava), los actores Howard Duff, Peter Lawford, Robert Taylor, George C. Scott y Omar Sharif; el director de orquesta Jerry Wald; los toreros Mario Cabré (desmentido también) y Luis Miguel Dominguín. Asimismo, con el guionista Philip Jordan y el escritor Peter Viertel, a la postre marido de Deborah Kerr.

Ella fue libre para hacer lo que le vino en gana; representaba todo lo que era censurado: libertad, sexualidad , diversión, ganas de vivir sin apariencias estereotipadas…
todo eso era Ava Gardner.


Aparte de una mujer bellísima. Su carrera cinematográfica fue muy aceptable, no es que fuese una grandísima actriz, pero supo defender con dignidad sus papeles y protagonizó películas de renombre junto a muy buenos actores."














"25 de Enero de 1990. Aquí acaba la historia de esta apasionada mujer. Durante el tiempo que vivió en Londres escribió sus memorias, que a su muerte fueron publicadas y de las que extraigo algunas frases escritas de su puño y letra :

“Nunca fui de aquellos bebedores silenciosos, que beben día y noche…a escondidas . Nunca me gustó el alcohol, sino el efecto que producía en mi. Me gustaba la fiesta, trasnochar… el único motivo por el que bebía era para superar mi timidez”
“Me casé con tres hombres atractivos, de mucho talento, pero necesitábamos tener algo más en común, algo más que nos uniera…Supongo que ellos podrían decir lo mismo de mi. Pero teniendo en cuenta que entre los tres suman 20 esposas, no creo que el fracaso de mis matrimonios se debiera exclusivamente a mí”
“La gente no hace más que recordarme que trabajé en el cine, y que fui una gran estrella, pero yo les digo que nunca me sentí así, yo iba interpretaba mi papel y me daban el cheque. Viví durante años sin las cosas que poseen las estrellas. Hoy en día ya no hay nada que me recuerde que fui una estrella de cine”
“No hay nada más triste que estar esperando un guión que nunca llega, cuando dentro de mi aún vive la misma mujer que un día tuvo la fama, el amor y la felicidad en sus manos ¿Cómo decirles que sólo espero un soplo de viento para irme de este mundo?”
“Cuando estaba casada con Frank una vez recibimos la visita de Greta Garbo. Jamás volví a ver a un ser tan bello como ella. Tenía por aquel entonces más de 40 años y sus senos y hombros eran espléndidos. Casi no llevaba maquillaje en su rostro y tenía un fantástico cabello que se mecía de un lado a otro cuando movía la cabeza. Era una mujer maravillosa”.




"Ava murió con 67 años. Su vida alocada y libre le pasó factura. Padeció un cancer de útero, pero finalmente murió de una neumonía. Mujer apasionada, libre, que una vez reconoció que no tenía temperamento para el estrellato, sino para vivir la vida.
Mujer fascinante que vivió como quiso, y que de buen seguro si volviera a nacer viviría tal y como lo hizo: gozando y exprimiendo cada segundo.
"

***








(Estatua de Ava Gardner, en bronce, en Tossa de Mar, España)




(Video con el trailer de la película "La condesa descalza", Ava Gardner y Humphrey Bogart, para verlo conviene apagar la música del Blog))

(Las imágenes fijas se pueden ampliar)

http://divasdelcine.blogspot.com/2010/10/ava-gardner.html
http://www.sensacine.com/actores/actor-827/fotos-peliculas/detalle/

1 comentario:

Rembrandt dijo...

“...Me casé con tres hombres atractivos, de mucho talento, pero necesitábamos tener algo más en común, algo más que nos uniera…Supongo que ellos podrían decir lo mismo de mi. Pero teniendo en cuenta que entre los tres suman 20 esposas, no creo que el fracaso de mis matrimonios se debiera exclusivamente a mí...”
Muy bueno jajaja.

Una mujer bellísima, bien merecido el apodo, verdad Wilson?

Besos y me encanta esta parte de tu blog.
REM